Nuestro
nacimiento
El primer viaje y más arriesgado
de cuantos vivimos a lo largo de nuestra vida, es sin ninguna duda, por la
dificultad que supone llevarlo a cabo, y por lo vulnerables que somos,
A
Través de la experiencia, se ha comprobado, que este primer viaje deja profundas huellas inconscientes en
todos nosotros y que dependiendo del tipo de nacimiento (cesárea, fórceps,
cordón al cuello, de nalgas, tardío…) que hemos vivido, nuestra vida se
desarrolla de una forma determinada, es decir, este momento y la interpretación
que hicimos de nuestra llegada al mundo, condiciona la forma que tenemos de
vivir, la forma que tenemos de relacionarnos con nuestros semejantes, de
relacionarnos con el cambio.
¿Me gustan los
cambios? ¿Me disgustan?, ¿Me asfixian?, ¿Me asustan?, ¿Cómo reacciono ante los
cambios?...
este viaje tan arriesgado nos dio a cada uno de nosotros una serie de
interpretaciones sobre la realidad, sobre la vida, que aún hoy arrastramos,
aunque no somos conscientes de ello y se suelen activar cuando se presenta un
cambio en nuestras vidas.
- Imagina
que en el momento de nacer tu madre estaba dormida, anestesiada. Puede que pienses
que las mujeres no están presentes para ti y tengas ciertas dificultades con
ellas. Al mismo tiempo puedes buscar la forma de anestesiarte para sentirte
vivo. También puedes tener tendencia a quedarte dormido antes de conseguir las
cosas.
- Supongamos
que el ginecólogo que atendió en tu nacimiento te sacara con fórceps o ventosas.
Puede que pienses que recibir ayuda es
doloroso, con lo cual te moverás por la
vida en solitario sin querer la ayuda de los demás.
-
Quizás te quedaras atascado en el canal del parto. Esto se puede traducir
teniendo dificultades para seguir con los proyectos (necesitando un
empujoncito), o teniendo claustrofobia (ascensores…), miedo a tener relaciones
íntimas…
- Si
tu madre sufrió en el momento de tu nacimiento, puede que te sientas culpable por causar dolor a quien más te
quiere. Esta culpa nos mantiene separados y alejados de los demás.
- A
lo mejor pensaste que era difícil llegar a la vida, ya que viviste una gran
lucha para nacer. A menudo esto se
traduce en que te verás causándote problemas
y luchando contra ti y contra los demás.
Esto
son algunas de las muchas traducciones que se pueden hacer de un nacimiento y
sus manifestaciones en nuestra vida. Todo esto, por supuesto funciona así de
una manera inconsciente. Miles de pensamientos se grabaron en nuestra psiquis
en ese preciso instante. De esta manera, venimos al mundo con una carga extra.
Mientras no manejamos este tipo de pensamientos condicionantes, son ellos los
que nos están condicionando, recreando absolutamente una y otra vez eso que
llevamos grabado dentro de nosotros, en lo más profundo de nuestro interior.
Fijaros
como os desarrolláis en los grandes cambios de vuestra vida, y son muchos los
que vivimos, una ruptura, un cambio de vivienda, un nuevo trabajo, un viaje….
Pensad como os habéis manejado en ellos, como los habéis gestionado, si os ha
sido fácil o ha sido todo un reto… Todo ello, todo esto, está relacionado con
aquel instante, con aquel primer viaje.
A
medida que vamos liberando y trabajando el Trauma del Nacimiento aprendemos a
relacionarnos con los cambios con confianza, disfrute y facilidad, soltando los
miedos, las luchas y los conflictos.
Mirian Alonso, Terapias
Alternativas
https://www.facebook.com/mirianalonsoterapiasalternativas?ref=stream
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