Estoy
de acuerdo con la afirmación de que la vida es un hermoso regalo, pero también
creo que para sentirlo así tienes que tener unos ojos abiertos a observar un
esperanzador horizonte.
Como
cada amanecer y cada anochecer al meterse el sol, cada día da paso a una nueva
oportunidad. Al acostarnos pensamos y soñamos. Podemos hacerlo de muchas
formas. Podemos soñar con el día venidero con la mirada enfocada hacia adelante
o hacia atrás. Yo he decidido soñar y vivir con la mirada enfocada hacia
adelante.
La vida
se origina y se transmite en una cadena que avanza sin fin. Los padres dan vida
a sus hijos, los hijos dan paso a los suyos y así generación tras generación.
Padres, que han sido hijos, dan vida para que las nuevas generaciones vayan
hacia sus sueños alzando su propio vuelo.
No
siempre funciona así. No todos los
padres ofrecen ese legado a sus hijos. Existen padres que quieren que sus hijos
se queden pegados a ellos o dificultan la apertura de alas pues son ellos los
que quieren quedarse pegados invirtiendo el orden y el sentido natural de la
vida. Frente a eso existe la posibilidad, como una decisión personal e intransferible,
de dejar atrás lo que ya no te sirve y coger impulso para ir hacia adelante,
Tras
muchos años de luchas y peleas, tanto internas como externas, estoy en ese
momento de soltar. Sé que mi vida solo funcionará y fluirá cuando deje atrás mi
pasado, todo aquello que sucedió, y me dirija hacia el sol con el corazón
abierto. Una vez reconocida la propia historia, reconocerla y asumirla en toda
su extensión, doy un pasito más… con toda la intención de soltar el reproche,
sin ganas de revancha y sin juicio. Decido darme una nueva oportunidad y la
comparto con mis sueños, el rumbo ha virado 180 grados. Ya no miro hacia atrás,
esa parte de mi vida ya está aceptada, integrada y sé que gracias a ella volaré
más alto.
Ya
pasó, la vida tiene un nuevo sentido para mí. Aunque lo viejo ya no sirve y lo
nuevo aún no ha llegado se divisa el horizonte lleno de posibilidades, las que
únicamente yo puedo escoger. Con ilusión, confianza y esperanza.
Conocedora
de historias duras y difíciles, consciente de ciertas limitaciones, no cejaré
en el empeño de intentar mejorar, seguir caminando, agradecida por estar viva. Por
delante un largo recorrido, elegido…
Los
cimientos se han fraguado fuertes, los ladrillos han sido reforzados, tan solo
queda seguir creciendo hacia adelante, con una mirada nueva hacia ese horizonte
que está por llegar. En la mochila el libro de una vida llena de experiencias
con refranes y moralejas, nuevos ojos, nuevas oportunidades y el deseo intenso
de acoplar todo lo aprendido.
Cuando
descubres y crees en tu verdad ya nadie te la puede arrebatar. El lienzo de mi
vida está de nuevo en blanco y tengo nuevos colores para poderlo adornar.
Nuevos
horizontes, alas curadas e ilusiones que volar como la cometa del niño que se
alza hacia el cielo.
Buen
viaje peregrinos, no dejéis de mirar hacia esa montaña donde el sol está a
punto de salir. También volverá a ocultarse pero en cada nuevo amanecer podréis
volver a renacer y a vivir con más libertad.
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